Mujeres cuidadoras requieren políticas públicas para la no “feminización del cuidado”
Mujeres cuidadoras requieren políticas públicas para la no “feminización del cuidado”
Benny Cruz Zapata
Es un hecho que históricamente los cuidados de los vulnerables recaen en las mujeres, por ello es un apremio que la llamada “feminización del cuidado” sea atendida con políticas públicas que fomenten la participación de todos en dichas tareas, señala la Diputada Consuelo Nayeli Lara Monroy.
Considera que el legislar en este sentido tiene por objeto expedir una norma enfocada a la promoción del desarrollo de la autonomía de las personas en situación de dependencia, su atención y asistencia mediante la creación del Sistema de Cuidados Integrales para el Estado de Tamaulipas, como conjunto de acciones y medidas orientadas al diseño e implementación de programas y políticas públicas transversales, con enfoque de género e interseccionalidad,
En materia de cuidados que constituyan un modelo solidario y corresponsable entre familias, Estado, comunidad y sector privado para la protección de la niñez, adolescencia y personas adultas mayores con pérdida de autonomía, así como personas con alguna enfermedad crónica y/o discapacidad, todos en situación de dependencia.
Hay responsabilidades del cuidado de los infantes, las personas enfermas y adultas mayores sean compartidas entre hombres y mujeres.
Históricamente los cuidados de las personas han recaído en el género femenino, como parte de una categoría de análisis conocida como “feminización del cuidado”, y que ha tenido como una de sus tantas consecuencias el impedimento para acceder a empleos remunerados y a su propia independencia económica, o en algunos casos, verse sometidas a una doble jornada.
Cabe destacar que, ante la sobrecarga que representa esta actividad se puede presentar un agotamiento emocional, estrés y cansancio, si no es que problemas más severos entre los encontrados, en los que encontramos los de tipo físico, como malestares y dolor de cabeza; psicológicos como frustración y ansiedad; o inclusive problemas sociales, como conflictos en las relaciones familiares.
Es importante considerar que las personas cuidadoras son sujetos de derechos, que requieren atención para prevenir los riesgos que se puedan derivar del rol de cuidados; por ello, reconocer, reducir, redistribuir, remunerar y representar el trabajo de cuidados.
Agrego la legisladora que es determinante aplicar políticas que favorezcan la responsabilidad compartida entre mujeres y hombres en el ámbito familiar, a efecto de superar los estereotipos de género, mediante el reconocimiento de la importancia del cuidado para la reproducción económica y el bienestar de la sociedad, como una de las formas que permitirá superar la división sexual del trabajo.
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